Tahití (históricamente llamada Otaheite) es la isla más grande de la Polinesia Francesa, un territorio de ultramar francés localizado en las islas de la Sociedad, al Sur del océano Pacífico.
¿Bonito, eh?
El pintor francés Paul Gauguin vivió en Tahití en 1890, plasmando en sus obras los paisajes y la gente de la isla.
El Monoi de Tahiti se obtiene al combinar dos ingredientes: la flor Tiare (gardenia taitensis) y el aceite de coco de las palmeras que crecen en suelos tahitianos (Cocos Nucifera); y se produce de manera artesanal según una tradición maorí de varios siglos. Es considerado sagrado en Tahití y sus islas.
La flor de Tiaré es nativa de la Polinesia francesa, y su extracto tiene un perfume floral, dulce y sensual. Ha sido utilizado por sus propiedades hidratantes desde hace tiempo, también tiene efectos calmantes y nutritivos, además de propiedades purificantes, es hipoalergénico y extremadamente suave para la piel
Estos son algunos de sus usos más habituales:
1.-Como aceite bronceador y para el cuidado de la piel en diversas condiciones:
El Monoï es un aceite que impide la deshidratación de la piel, aunque en su composición original no contiene factor de protección. Sin embargo, en los últimos años se está incorporando factor de protección, para que la piel no sufra al exponerla a la radiación solar.
Por esta razón, para todos los casos, pero en especial en el caso de niños y pieles sensibles es aconsejable utilizar aceite de Monoï con la protección adecuada al cada tipo de piel.
Se puede aplicar, sin embargo, en su formulación original como after-sun, pues el Monoï ejerce un efecto reparador sobre la piel recién expuesta al sol.
2.-Hidratante, calmante y suavizante:
La loción de aceite de Monoï hidrata y suaviza. El mejor momento para aplicarla es después de la ducha, con la dermis todavía húmeda. Además en codos y rodillas demasiado secas ejerce un efecto suavizante.
Por otro lado añadiendo algunas gotas de aceite en el baño se limitan los efectos dañinos del cloro sobre el pelo y la piel.
3.-Protector para el cabello:
El aceite capilar perfumado empleado por las tahitianas, alimenta y protege el cabello contra las agresiones del sol, la arena y el viento.
Después de la playa, el Monoï evita que el pelo se reseque por el efecto de los rayos UV.
El Monoï puede ser empleado en heridas para acelerar la cicatrización. Cuando la piel está seca o deshidratada, como en la época invernal, el aceite de Monoï ayuda a su rehidratación. También es muy empleados en masajes.
Este es sin duda uno de los secretos de belleza mejor guardados de las mujeres polinesias. Aunque sigue teniendo sus raíces en la medicina tradicional tahitiana ha evolucionado a nuevas aplicaciones utilizadas en los tratamientos de bienestar de los prestigiosos spas de Tahití y sus islas y centros de belleza de todo el mundo.
A veces, también se añaden al aceite de Monoï otros ingredientes como los siguientes:
La Ruta del Aceite de Monoï
En polinesia, la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de la Polinesia Francesa, junto con la asociación de fabricantes de este aceite organiza un recorrido por las zonas de más tradición productora del monoï, llamada "la ruta del aceite de Monoï ".
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