Muchas veces nos lanzamos a la compra de todos aquellos productos con los que nos bombardean los medios de comunicación, y acumulamos en la estantería una auténtica batería de cremas, y que aplicamos mañana y noche de manera "compulsiva", pensando que "cuanto más", "mejor".
Sin embargo, la realidad es que "cuanto menos, más sencillo y eficaz", siempre será mejor. Y sobre todo, lo realmente importante es encontrar un producto que se adapte a nuestro tipo de piel, no importa que sea el último grito en cosmética, si a nuestra piel le sienta "como un tiro".
Tres productos básicos serán suficientes:
- Una limpiadora (yo uso aceite de almentras dulces, combinado con agua de rosas)
- Un protector solar cualquier época del año (porque lo que realmente envejece la piel son los rayos solares)
- Una hidratante: dependiendo del tipo de piel, la que más nos convenga. No es necesario gastar mucho.
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